Sigan haciendo esto…

Sigan haciendo esto…

26 de marzo de 2023.

Ayuno, divina liturgia, abstinencia de alcohol, sellamientos, encomiendas, rezos diversos, adornos, vestimentas, días consagrados y un largo legado de costumbres y ritos han acompañado a las decenas de religiones cristianas: ortodoxos, sean tradicionales o coptos, siríacos o armenios, católicos, asirios, procedentes de la reforma protestante como anglicanos, bautistas, pentecostales, adventistas, así como los que no se encuadran en ningún grupo más genérico. 

La mayoría de las costumbres y ritos que caracterizan a cada uno de los grupos mencionados se han adquirido con el paso de los años y la tradición, pero los evangelios no recogen muchos mandatos expresos de Jesús en cuanto a procedimientos, actos y festividades que los cristianos deberían respetar. Hay uno, sin embargo, que manifestó con total claridad. “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). ¿A qué se refería?

Lo dijo después de pasar un plato con pan sin levadura y una copa de vino tinto entre sus apóstoles la noche antes de ser ejecutado por los romanos. Ese acto sencillo de compartir esos dos alimentos y lo que dijo que significaban ordenó expresamente que se siguiera haciendo en su memoria.

Aquella sencilla ceremonia se convertiría en la costumbre anual de los cristianos a partir de ese momento. Sustituiría a la comida de la Pascua judía, que se celebraba precisamente ese día, el 14 del mes hebreo de nisán. Años más tarde, Pablo, principal difusor del cristianismo en el primer siglo, la llamó la Cena del Señor, denominación que parecía haberse hecho popular entre sus seguidores.

Este año, esa fecha señalada coincide en nuestro calendario occidental con el 4 de abril. La puesta oficial del sol en la provincia de Cádiz se producirá ese día en torno a las 20:30, y será a esa hora cuando los testigos de Jehová nos reuniremos en Ubrique, en nuestro Salón del Reino (así es como se llama nuestro lugar de encuentro y reuniones) para recordar en una sencilla ceremonia el significado de esos dos emblemas, el pan y el vino, que Jesús usó para plasmar en sus apóstoles un mensaje importantísimo para toda la humanidad.

Por todo el mundo, durante 24 horas, conforme el ocaso se produzca en todos los husos horarios, serán millones los que se reunirán con el mismo fin. El acto que organizamos cada año no dura más de una hora y consiste fundamentalmente en una conferencia en la que se explica por qué hacemos bien los cristianos en reunirnos en esta fecha señalada, lo que significó la muerte de Jesús para la humanidad y qué esperanza nos da a todos eso que él mismo llamó un rescate para todos los seres humanos que quieran beneficiarse de él.

Si quieres acompañarnos esa tarde-noche en algunos de los miles de Salones del Reino que los testigos de Jehová tenemos repartidos por todo el globo, estaremos encantados de recibirte. Cada año, de hecho, son mayoría los que asisten y no pertenecen a nuestra confesión. Esa noche te encontrarás caras sonrientes que se alegran sinceramente de que haya personas apreciativas, o simplemente curiosas, que acudan para encontrar respuesta a algunos de los interrogantes que generó la muerte más significativa que ningún ser humano ha sufrido. 

Te espero. Aquí puedes buscar el lugar y la hora de esta reunión en todos los puntos del planeta. 

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