Recuerdos futuros.

Recuerdos futuros.

7 de abril de 2023.



Los lugares llenos de personas a la luz del sol y en determinados entornos, me evocan recuerdos futuros. Son futuros porque, en realidad, todavía no han ocurrido, pero también recuerdos porque los he soñado tantas veces que parecen ya vividos.

Un centenar de personas con rostros sonrientes, un día primaveral con un sol más rotundo de lo que debiera, el verdor del campo desafiando a las escasas lluvias, bolsos cargados de dulces y otras viandas, asientos plegables… y una buena dosis de ilusión.

En las miradas se percibe la alegría por las presencias y la desazón por las ausencias, pero un sentimiento se impone sobre todo, necesitamos el calor del acompañamiento, de la fraternidad. 

En nuestro tránsito vital ocurre como en ciertos viajes. Un día de verano nos levantamos temprano para preparar una jornada en la playa. Agradecemos que el tráfico no esté muy saturado, llegamos a nuestro destino y de nuevo nos gusta ser de los primeros en clavar nuestra sombrilla, mientras todavía no hay apenas veraneantes en la arena. Pero si supiéramos con certeza que en nuestro recorrido no habría otro coche además del nuestro, si en todo el día nadie nos circundara en kilómetros a la redonda, si el ocio siempre fuera en soledad, este se convertiría en suplicio. Disfrutamos porque compartimos, reímos mejor cuando la risa es contagiada, hasta las comidas potencian su sabor cuando otros también las disfrutan.

Rodeado de una multitud, las largas conversaciones no siempre se producen, los intercambios son más fugaces, los vínculos bilaterales puede que no se profundicen, pero cuando la complicidad es grupal, los intereses son tan comunes y las esperanzas tan compartidas, no hace falta preguntar a cada uno para obtener respuestas similares. Cuando el fin perseguido, el punto del horizonte al que dirigirse, el camino a tomar es el mismo, un lenguaje hablado o escrito sobra, el vínculo flota en el ambiente como la humedad en el aire caliente, y esta acaba condensándose en las sonrisas, se transmite en las miradas, y no hace falta que nadie nos explique que los recuerdos futuros se plasmaron ayer en un vislumbre de lo que esperamos.



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