(82º) DIARIO DE UN LINFOMA (Friday I’m in love).

(82º) DIARIO DE UN LINFOMA (Friday I’m in love).

19 de agosto de 2022.

Amanece el día un poco ventoso, pero la temperatura aceptable, aunque algo más cálida que los anteriores. No me he tomado nada para dormir y lo he hecho bien hasta las 4, luego mucho más ligero, pero aguanté hasta las 8. 

Ayer por la tarde tuve mi sesión de terapia con Montse, a continuación lo explico. Después fui con Rubi, Roberto, Gema, Antonio y Ana a dar un breve paseo por la carretera. Nos pillaba justo la puesta de sol. Ahí va una foto.

Con Montse estuvimos afianzando los consejos del viernes pasado. A modo de resumen me recordó al final que las tres patas de la T.R.E.C. (Terapia Racional Emotiva y Conductual), en mi caso se trataban de llevar a cabo.

RACIONAL. Tengo que tratar de recordar que las náuseas son solo una reacción fisiológica y en gran parte, en mi caso, psicológica. Son en este último término un pensamiento más de los que aparecen en mi mente y que tengo que dejar pasar. Puedo llegar incluso a tratarlas como algo necesario para mi curación, son señal del efecto que me está haciendo la quimio para curarme. Aunque me invadieran las 5 horas de la sesión, no serían algo terrible, sino una parte inherente al tratamiento, que tiene de positivo ese objetivo final de erradicar la enfermedad. Montse me insistió en pensar en el premio al final del trayecto, como cuando ella de niña se moría de fatigas en el coche de su padre cuando iban a visitar su pueblo o a ver a las abuelas, era un “peaje” que había que pagar para pasar unos días felices. O las que pasan las embarazadas y las soportan pensando en el bebé que tendrán en sus brazos en unos meses.

EMOTIVA. Me animó a descartar durante esta semana investigar sobre el cáncer, los linfomas, la quimioterapia y todo lo relacionado con la enfermedad. Tenía que evitar, “por prescripción médica”, imbuirme en todo lo que se vincule a las náuseas. Debo hacer una desintoxicación de información, tratar de recibir estímulos agradables. Por ejemplo, como me gusta tanto la música, me dijo que dedicara tiempo a escucharla, pero no el Réquiem de Mozart (que le dije que me encanta, por cierto), sino aquella que destilara positivismo y alegría.

CONDUCTUAL. Durante esta semana tengo que intentar incorporar todas las actividades que me gusten, que sean placenteras. Le dije que iba a salir a pasear luego y que hoy echaría un rato de tenis, pero insistió en que durante el día leyera una novela, viera alguna serie también de temática optimista y otro tipo de distracciones que fueran estimulantes.

Algo interesante de lo que me dijo es que la gente no le da importancia a este tipo de consejos de los psicólogos. Muchos acuden al médico en busca de la pastilla porque es un remedio fácil y rápido, pero todo lo que exige un poco más de esfuerzo y tiempo lo rechazan. Un ejemplo palmario es que cuando en consulta el doctor nos recomienda ejercicio, mejorar la alimentación y la pastilla de estatinas para bajar el colesterol, salimos de la consulta y cuando nos preguntan: “¿Qué te ha mandado el médico?”, la respuesta es: “Pues que me tome esta pastilla antes del desayuno”. Parece que los otras dos prescripciones son opcionales o incluso innecesarias, cuando está demostrado que la actividad física y lo que comemos influye decisivamente en nuestros niveles de grasa en la sangre.

Montse me dijo que uno puede estar estresado y sumamente ansioso y cuando somos capaces con esas tres áreas de la T.R.E.C. de reducir la tensión, ya sea haciendo alguna actividad física placentera, meditación o convenciéndonos de un cambio de pensamiento, si nos hicieran una analítica de sangre, esta habría cambiado, se habría reducido el cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés y circularían otras como la oxitocina, relacionada con la sensación de bienestar. El punto es que tan determinante es la forma en que hacemos trabajar a nuestra mente como los medicamentos que introducimos por nuestra boca.

Hoy no voy a ampliar mi diario, me están esperando otras actividades agradables, como preparar un potaje de habichuelas que me enseñó a cocinar mi hija Abi. Espero un viernes de agosto de calma y sosiego, ahora que mis náuseas han remitido. Que el vuestro sea estimulante, ilusionante y feliz, como cantaba The Cure en esta canción que se titula “Friday I’m in love”. La canción empieza así:

I don’t care if Monday’s blue (No me importa si el lunes es triste)

Tuesday’s gray and Wednesday too (el martes gris y el miércoles también)

Thursday I don’t care about you (jueves, no me importas)

It’s Friday, I’m in love (Es viernes, estoy enamorado)

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