(160º) DIARIO DE UN LINFOMA (Estamos en la recta final).

(160º) DIARIO DE UN LINFOMA (Estamos en la recta final).

12 de noviembre de 2022.

¡5 días para mi última quimio! Me he levantado bien y al final de la mañana pretendemos irnos a Jerez hasta el lunes al mediodía. Esa mañana tengo cita con Itziar, la psicóloga de la Asociación Contra el Cáncer. El domingo vamos a intentar salir un poco a la calle y cambiar de aires, que cada vez lo necesito más después de mi encierro.

Sé que no todos los enfermos de cáncer toman las mismas precauciones o se imponen similares restricciones. No sé si yo pretendo ser más cauteloso que la mayoría, pero Rodolfo, mi segundo hematólogo de cabecera, me insistía la semana pasada en actuar con mucho sentido común, que siguiera teniendo mucha cautela con las infecciones al seguir algunos meses inmunodeprimido y que me cuidase del sol. Como siempre, las consecuencias de no seguir esas indicaciones, no siempre se ven inmediatamente. Una exposición solar excesiva en la juventud pasa factura décadas más tarde. La mayoría de los melanomas provienen de ese exceso de la infancia o la adolescencia, por poner un ejemplo.

Yo no quiero tener que arrepentirme más tarde de precauciones no tomadas ahora. Que conste que no soy excesivamente estricto en mi alimentación, ni evito totalmente el sol o el contacto con las personas, pero trato de hacerlo tomando las medidas que están en mi mano. No entro en sitios cerrados si no es estrictamente necesario y siempre con mascarilla y me protejo con crema solar cuando voy a recibir algo de rayos en horas centrales del día. En fin, espero que todo esto, que me limita bastante, merezca la pena a medio o largo plazo, pero eso ya se verá.

Un pequeño parte de enfermos. Alicia sigue en casa, pero no se le mejoran los ahogos. Está recibiendo algunas sesiones de fisioterapia porque Víctor le dijo que le vendría bien para fortalecer la musculatura envuelta en la respiración. Jesús le indicó que sería conveniente ponerse 2 ciclos más de quimio en 4 sesiones, pero con una importante reducción en las dosis. Está esperando unas semanas para ponérselas, a ver si para entonces ha recuperado algo sus niveles y ha mejorado su sistema respiratorio.

Roberto sigue ingresado esperando los resultados de la biopsia. Su bilirrubina ha bajado un poco, pero las transaminasas siguen altas y los médicos no querían arriesgarse a enviarlo a su casa hasta que lleguen los resultados del hepatólogo, porque piensan que en el hospital está más seguro ante un agravamiento de la hepatitis.

Ahora también se incorpora al grupo de los enfermos de mi ámbito cercano mi cuñado Pepe, que parece tener un principio de neumonía y sufre un fuerte dolor en el pecho. Le han prescrito dos antibióticos y está esperando este fin de semana una evolución positiva o tendrá que irse también a Jerez a urgencias. 

Una noticia positiva es que ya se firmó en notaría la venta del apartamento de Benaocaz que sirve para financiar en parte la intervención de mi amigo Diego en Barcelona. Se estaba intentando vender desde 2007. Cierto es que justo ese año sufrimos la crisis inmobiliaria, pero aunque su precio se había bajado un 35% del original, habían pasado muchos años sin que se concretara la venta. Cuando muchos de los amigos de la familia le dimos publicidad, en una semana se interesaron 3 compradores y 2 días más tarde un matrimonio dio la señal. Ayer, en la notaría, Ana, hija de Diego y buena amiga mía comentaba lo siguiente: 

“En la conversación la muchacha le dijo que no sabe por qué han comprado esa casa. 🤷‍♀️ Estaban sentados en el sofá y les llegó por wassap a cada uno por separado el anuncio de la venta del apartamento. Dice que ellos no tenían planeado comprar una casa en Benaocaz pero a ella en ese momento, al recibir el mensaje, se le ocurrió comprar.💡 Sus amigos le dijeron que se lo pensara, que viera otras casas en Benaocaz, y lo hizo después de ver el nuestro. Dice que vio casas con jardín, otras con vistas, algunas más baratas…, pero dice que ella no sabe por qué al entrar en nuestro apartamento, que fue una cosa muy rara, ese era el que ella quería. El marido le insistió diciéndole que habían visto otros más baratos y ella decía que no, que quería el nuestro. Hay otros con vistas, con terreno, pero nada, ella decía que no, que quería el nuestro. Y dice que no sabe por qué pero que desde que entró en el apartamento ella sintió que aquella casa era para ella 😀”

Ojalá ahora, la intervención tan compleja a la que tiene que someterse Diego, salga bien y haya merecido la pena el esfuerzo que hace la familia para costearla.

Ayer eché un extraordinario rato de tenis con mi amigo Jorge. Me moví mucho mejor de lo que pensaba. Con la hemoglobina baja y anemia en general, estaba deseando probarme, ya que Rodolfo contempló la posibilidad de recomendarme eritropoyetina para subir mi serie roja si me notaba síntomas importantes: cansancio, dificultades respiratorias o similares. Aunque no tengo la capacidad pulmonar que tenía, fui capaz de moverme con rapidez y mantener puntos largos sin fatigarme en exceso. Acabo siempre con un subidón después de comprobar que mi cuerpo sigue respondiendo. Me da alas pensar que, después del jueves próximo, cuando me someta a la última parte de mi tratamiento, volveré a ser el mismo cuando pasen algunas semanas.

En los próximos 3 días no voy a disponer de mucho tiempo por las mañanas, así que no sé siquiera si escribiré algo en mi diario, pero los próximos días se me presentan con cierta ilusión. El jueves estaré asomándome al final del largo túnel de la quimioterapia. Tengo ganas de volver a ver a mis queridas Paula y Eli y despedirme de ellas con un abrazo. Tocaré la campana con fuerza y le diré adiós, espero que para siempre, a mi sillón de tortura, pero que a la vez fue de curación.

Feliz fin de semana, empezando por este luminoso sábado.

 

Los comentarios están cerrados.